miércoles, 5 de mayo de 2010

Bonadío, te lo repito, lacayo, la prepotencia es el sistema que te sostiene

DETUVIERON A UN DIRIGENTE DEL MOVIMIENTO TERESA RODRIGUEZ:
ROBERTO MARTINO
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Antes que nada: ¿Quién es Bonadío?

Criado en un hogar de clase media de la localidad de San Martín, estudió en el colegio La Salle de Florida y se recibió de bachiller en 1973. En los años 70 militó en Guardia de Hierro, una organización de la derecha peronista que sería semillero de notorios cuadros como José Luis Manzano y Matilde Menéndez.

En 1983, con el retorno de la democracia, Bonadío se vinculó al Frente de Unidad Peronista, la línea interna de Eduardo Vaca y Miguel Angel Toma que dominó por años el aparato del PJ de Capital Federal, aliada al megadenunciado intendente Carlos Grosso.

Fue asesor en el Concejo Deliberante y en los albores del menemismo Vaca lo acercó al estudio jurídico de Carlos Corach, quien lo insertó en la Justicia Federal luego de acceder al Ministerio del Interior de la Nación, aún cuando carecía de la más mínima “carrera judicial” y a pesar de no ser jurista de nota en especialidad alguna.

Bonadío no olvidará ese enorme favor y lo pagará con creces sobreseyendo a diversos funcionarios públicos del menemismo acusados por hechos de corrupción, de la talla del ex interventor del PAMI, Víctor Alderete. Por este último expediente, será denunciado por la Oficina Anticorrupción, quien lo acusará de haber realizado “manejos sospechosos” en una causa judicial para beneficiar al cuestionado personaje.

En sentido similar, a principios de agosto de 2009, Bonadío será citado a declarar por el Consejo de la Magistratura acusado de "mal desempeño" por presuntas irregularidades en el trámite de una causa que investigaba créditos otorgados al grupo Yoma.

Si su costado profesional es cuestionable, aún más lo es su perfil financiero. A pesar de ostentar un elevadísimo nivel de vida, Bonadío ha tenido una carrera estrepitosa: el Banco Ciudad cerró su cuenta en 1991 y fue inhabilitado por el Banco Central hasta 1993. Designado juez, Bonadío recuperó su cuenta en el Banco Ciudad, entidad a la que aún hoy le debe 10.100 pesos.

A pesar de que en sus comienzos no tenía bienes a su nombre, en su última declaración jurada aseguró que posee una casa en Capital Federal, con valor fiscal de 83.151 pesos, y parte de otra en San Martín, por 10.022 pesos. Consignó, además, un jeep Rangler, valuado en 20.000 pesos, y un Audi A 3, modelo 2001, de 57.189 pesos. También declaró, por un total aproximado de 30.000 pesos, bienes del hogar y "armas de puño". Por si fuera poco, en el banco aseguró tener 20.000 pesos y 25.000 dólares.

Un hombre siempre alineado

La mayor celebridad de Bonadío llegará de la mano del ex ministro de Economía, Domingo Cavallo, quien lo incluyó en la célebre servilleta donde reposaban los nombres de jueces federales entonces afines al gobierno.

Derrumbado el menemismo, rápido de reflejos, Bonadío se alineará rápidamente al kirchnerismo a partir de su llega al poder, en el año 2003, siendo una importante herramienta a la hora de desestimar denuncias contra funcionarios señalados por hechos de corrupción y perseguir a aquellos que se muestran críticos a las políticas del oficialismo. Baste recordar lo ocurrido en su momento con los ex ministros Gustavo Béliz y Horacio Rosatti.

De la misma manera sabrá cajonear y demorar importantes expedientes que comprometían a funcionarios del gobierno. Dos de ellos han sido la irregular importación de autos diplomáticos por parte de funcionarios de Cancillería —donde avanzó sólo sobre un par de “perejiles”— y la célebre causa Skanska.

A su vez, en gesto de gratitud, el kirchnerismo paralizará oportunamente las denuncias que pesaban sobre Bonadío ante el Consejo de la Magistratura.


Del diario Crítica

Ahora, mi solidaridad con Martino.


El Juez Bonadío


DETUVIERON A UN DIRIGENTE DEL MOVIMIENTO TERESA RODRIGUEZ
Causa por disturbios y antisemitismo

Roberto Martino, del Movimiento Teresa Rodríguez, fue detenido en la madrugada de ayer mientras se encontraba en la casa de una compañera de su agrupación, en La Matanza. El dirigente piquetero tenía pedido de captura desde mayo del año pasado, en una causa que instruye el juez federal Claudio Bonadío, iniciada a raíz de los incidentes ocurridos en un acto por el 61° aniversario de la creación del Estado de Israel, cuando el MTR y otras organizaciones políticas hicieron una contramarcha en solidaridad con los palestinos y hubo golpes entre los manifestantes. Martino fue acusado por los hechos ocurridos en aquel acto, que dirigentes de la comunidad judía calificaron de antisemitismo, y porque en un allanamiento posterior a un local del MTR en Florencio Varela la policía encontró cinco armas y elementos para hacer molotovs.

Ayer Martino declaró y quedó bajo arresto, acusado de los delitos de lesiones, tenencia de armas de guerra y prepotencia ideológica. Su abogado, Martín Alderete, señaló que rechazó todos los cargos, con el argumento principal de que en la contramarcha el MTR “no inició los hechos de violencia”. En la investigación, agregó el defensor, “no hay imágenes de video ni fotos sobre lo que ocurrió, de manera que la prueba central son las declaraciones de las personas que dijeron haber sido agredidas”. Por otra parte, el detenido negó ser dueño de las armas. El allanamiento al local del MTR tiene un pedido de nulidad a resolución de la Justicia porque se habría realizado sin testigos presenciales.

El día de los incidentes fueron detenidos cinco piqueteros. Se los acusó de prepotencia ideológica, lesiones leves, daños y resistencia a la autoridad, todo agravado por violación a la ley antidiscriminatoria. Días después, el juez ordenó el allanamiento del local del MTR en Florencio Varela, donde fueron arrestadas otras diez personas. A ellos se los imputó por la tenencia de cinco armas encontradas en una de las habitaciones de la casa, junto con botellas con nafta. Se les aplicó la figura de prepotencia ideológica, que castiga a quienes formen parte de una organización que busca imponer sus ideas por la fuerza. Los detenidos pasaron dos meses en prisión. La Cámara de Apelaciones revocó los procesamientos por prepotencia ideológica –una figura cuestionada por haber sido sancionada en el ’74 en un paquete de “leyes contra la subversión”– y sobreseyó a las personas detenidas en el allanamiento al local del MTR. Quedaban en pie los cargos contra Martino, declarado prófugo. Bonadío tendrá ahora diez días hábiles para resolver su situación procesal.

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