domingo, 5 de agosto de 2007

Carta

A John William Corrington, 28 de agosto de 1963.

Bueno, ya hicieron la marcha por la libertad hoy en la capital. Muy lindo. Aunque yo prefiero una libertad negra y BLANCA. Algún día van a descubrir que, blanco o negro, igual no puedes conseguir trabajo. Y cuando votas, cualquier partido, cualquier hombre puede ser malo. Y van a descubrir que el agua tiene el mismo sabor, pero no se puede culpar a un hombre por buscar las pequeñas cosas. Quieren entrar en cualquier iglesia; yo no quiero entrar a la iglesia. Quieren votar; yo no quiero votar. Quieren vivir donde vive el hombre blanco; me importa un carajo dónde vivo. Quieren iguales derechos, es decir, los derechos que se supone que yo tengo, y éstos son tan pequeños, tan insignificantes en la vida cotidiana que los escupo. Una cosa son los derechos de los que se habla y otra lo que efectivamente sucede. Un hombre nunca saldrá adelante con la maquinaria del Estado. Un hombre sale adelante con sus huesos, su mente y sus propias leyes. Los grandes hombres no esperan nada del Estado. Lo ignoran o crean el propio que satisfaga sus pasiones. Así que lo de hoy en Washington, la marcha de la libertad, el progreso del hombre, todo ese espíritu, uau, aparenta mucho pero no es nada, y camina en su tranquila viscosidad ahogándose mientras se examina a sí mismo.

charles bukowski

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