domingo, 1 de abril de 2007

Sobre Gabo y el Di Tella

García Márquez escribió las páginas finales de Cien años de soledad entre febrero y marzo de 1967, acosado por las deudas, sin tener siquiera dinero para sacar una copia del manuscrito. Tuvo que vender una procesadora de alimentos que era su más preciado regalo de bodas, para poder pagar el envío postal de las quinientas páginas del libro desde México a Buenos Aires. A mediados de abril, el director editorial de Sudamericana, Francisco Porrúa, me llamó por teléfono con una voz exaltada. "Tienes que venir ahora mismo a mi casa a leer un libro extraordinario", me dijo. "Es tan delirante que no sé si el autor es un genio o está completamente loco."

del artículo de hoy de Tomás Eloy Martínez publicado en La Nazión

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1 Comentarios:

Anonymous Anónimo dijo...

Estaba desesperando. Que debia hacer.
Tomartelo con calma, idiota! Llego rapido la respuesta.
Vale.
Saque la petaca...

3 de abril de 2007, 4:14  

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