domingo, 4 de marzo de 2007

Juicio al sistema de torturas en EEUU

Algo sorprendente está sucediendo en la sala de un tribunal de Miami. Finalmente se están enjuiciando los crueles métodos usados desde el 11 de septiembre por los interrogadores de los Estados Unidos para “doblegar” a los prisioneros. No se suponía que esto sucediera. El plan de la administración Bush era enjuiciar a Jose Padilla por presuntamente formar parte de una red vinculada a terroristas internacionales. No obstante, los abogados de Padilla aducen que él no está apto para someterse al juicio porque el gobierno lo ha llevado a la locura.

Padilla, ex pandillero nacido en Brooklyn, y arrestado en mayo de 2002 en el aeropuerto O'Hare de Chicago, fue clasificado como "combatiente enemigo" y trasladado a una prisión de la marina en Charleston, Carolina del Sur. Estuvo encerrado en una celda de 9 por 7 pies, sin luz natural, sin reloj ni calendario. Siempre que Padilla salía de su celda, era encadenado y tenía que usar gafas pesadas y auriculares. Padilla estuvo sometido a estas condiciones durante 1 307 días. Se le prohibía tener contacto con todo el mundo, salvo con sus interrogadores, quienes exacerbaron su privación sensorial extrema con sobrecargas sensoriales, acribillándolo con luces chillonas y sonidos fuertes. Padilla dice también que le inyectaron un “suero de la verdad”, sustancia que según sus abogados debe ser LSD o clorhidrato de fenciclidina (CFC).

Según sus abogados y dos especialistas de salud mental que lo examinaron, Padilla ha quedado tan destrozado que está incapacitado para ayudar en su propia defensa. Está convencido de que sus abogados son “parte de un programa continuo de interrogatorios” y ve a sus captores como protectores. A fin de probar que “la prolongada tortura inflingida al Sr. Padilla lo ha dañado”, sus abogados quieren contar al tribunal lo ocurrido durante esos años en el calabozo de la marina.


de un artículo de Naomi Klein para The Guardian, completo acá en Rebelión

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