viernes, 4 de junio de 2010

El terrorismo de papel

La viuda de Graiver, declaró ante los accionistas de Papel Prensa, ex empresa de su marido, como fue obligada a cederla bajo tortura a los dueños de Clarín, La Nación y La Razón.


(AW) La dictadura más sanguinaria en la historia Argentina, no hubiera sido posible sin el apoyo del poder civil, económico y eclesiástico. Gran parte de esa culpa la tiene los medios de comunicación quines fueron preparando el clima para la dictadura.
Hoy algunos logros del proceso siguen en pie como el apoderamiento de papel prensa, propiedad de la familia Graiver, quien debió ceder la empresa en una mesa de tortura, donde están implicados tanto los dueños de La Nación como de Clarín y La Razón.



EL FACTOR CIVIL

La Señora Lidia Papaleo, viuda de Graiver, declaró ante los accionistas de Papel Prensa, contando de qué manera fue obligada a entregar la empresa de la familia, luego que su marido muriera en un sospechoso accidente aéreo en México. En esas declaraciones, los representantes del grupo clarín no pudieron sostenerle la mirada y se retiraron del lugar.
"Me tenían en la comisaría me sacaban en un patrullero y me llevaban al juzgado tapada con una manta porque estaba toda quemada por la tortura. ... - Perdí mis pechos, mis genitales y tuvieron que operarme en la cárcel por un coagulo en el cerebro a causa de los golpes recibidos en la cabeza"
" En esas condiciones me hicieron firmar la venta de Papel Prensa "
" Firmá o te mato me dijeron "
"Tenes que firmar me dijo Magnetto."
" Me puedo olvidar del rostro y la voz de mis torturadores, pero nunca me voy a olvidar de los ojos y la cara de Magnetto"
Esas declaraciones de la viuda de Graiver, reproducidas en el diario la jornada de Mexico, (http://www.jornada.unam.mx/2010/05/24/index.php?section=mundo&article=032n1mun
pueden transformarse en una vuelta de hoja en la revisión del pasado, en la búsqueda de la verdad histórica.
La historia del terrorismo de estado construida con el esfuerzo encomiable de las organizaciones de derechos humanos, con las madres y las abuelas como actoras principales, es la historia de la tragedia de un país, que aun hoy, 35 años después parece no entender la naturaleza profunda de esos sucesos.
En el imaginario colectivo construido con la ambigüedad de la historia oficial, existe cierto grado de ingenuidad en la percepción de esos hechos.
Para una gran mayoría de la sociedad la teoría de los dos demonios ha calado muy hondo, y aun muchos que repudian las aberraciones cometidas por el terrorismo de estado, se imaginan los sucesos enmarcados en una disputa entre bandos militares. Una confrontación entre guerrilleros y fuerzas armadas. Como alguien lo definió alguna vez "es una de Combate "
En tal sentido, las declaraciones de la Señora Papaleo, son una puerta que se abre a otra mirada de la historia. Ya no son militares y policías persiguiendo guerrilleros o militantes en una batalla sin códigos.
La señora papaleo trae a la historia, otro componente de esta tragedia, la participación de los sectores civiles que se beneficiaron en forma directa o indirecta con el accionar terrorista del estado.
En este caso son los directivos de Clarín, La Nación y La Razón, quedándose con una empresa vital para su negocio, con el rudimentario método de torturar a la viuda heredera, para que firme la venta.
Es el estado criminal, al servicio de los civiles sin prejuicios, que serán los fundadores de una nueva cofradía de Empresarios, que tendrán como estrategia de acumulación económica, la utilización del estado, en forma directa, como en el caso Papaleo, o el de la familia Gutteim, que es la causa que tiene detenido a Martínez de Hoz, o el caso de la familia Blaquier, dueña del ingenio Ledesma, desapareciendo a casi todo el pueblo, en lo que se conoce como el apagón. El caso de la fabrica Mercedes Benz, en la localidad de González Catan, con la desaparición de mas de 30 trabajadores, secuestrados dentro mismo de la fabrica, con consentimiento de quien era su director, el mitico corredor de autos, Juan Manuel Fangio. Es larguísima la lista de grandes empresas que usaron la fuerza de un estado represor en beneficio particular.
El gran ausente en los juicios que hasta ahora se vienen haciendo sobre la historia negra de la patria, el componente civil, empieza a ver como se corre el velo de impunidad con el que estuvo protegido.
Si la sociedad argentina entiende esta deuda que tiene consigo misma, talvez podamos decir que estamos a las puertas de un hecho portentoso. La justicia podrá ampliar la mira y el país se aproximarse a la ultima asignatura pendiente en este tema, la puesta en funcionamiento de de una CONADEP en lo económico, para rastrear la forma en que se han construido las enormes fortunas y esta matriz socioeconómica perversa.
Si el coraje de la señora Papaleo, al enfrentarse a su dolor y su desgracia, para narrarla frente a los beneficiarios de su tragedia, encuentra tierra fértil y las investigaciones se profundizan, mas allá del caso puntual de Papel Prensa y de la suerte que corra el señor Magnetto, la sociedad Argentina se encontrara con una experiencia reveladora.
La tortura es mucho mas que el dolor infringido al cuerpo, también es el hambre, la miseria, la desigualdad, no solo se mata con las armas, también con la falta de oportunidades, con la falta de salud, de educación, de justicia, con el abandono y la explotación. Nuestra historia no es solo una de combate, es también una de empresarios inescrupulosos


Hay que vivir como se habla

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