domingo, 23 de mayo de 2010

Valores que no se pueden atropellar



La porfía del Te Deum
Por Horacio Verbitsky

La jugada de los abogados coincide con la decisión del presidente de la Iglesia Católica de celebrar en la catedral de Buenos Aires un Te Deum el martes 25 de mayo, pese a que el Poder Ejecutivo anunció que la celebración oficial se realizará en Luján, donde oficiará el obispo Agustín Radrizzani, quien fue elegido como su sucesor en Neuquén por Jaime de Nevares. Hasta ahora el Te Deum siempre había sido solicitado por las autoridades. Como se anticipó en esta página el 2 de mayo (Volver al ’55) una cadena de correos electrónicos invitó a convertir el oficio del cardenal Jorge Bergoglio en la catedral porteña en una manifestación política opositora. Su texto exhorta a que “el gobierno se dé cuenta que hay valores que no se pueden atropellar. El tedeum en la catedral tiene que ser la más grande demostración que jamás se haya visto”. Un operador de ese acto es el diputado Gustavo Ferrari, jefe del gabinete en las sombras del filántropo colombiano Francisco de Narváez. Ferrari asumió la responsabilidad de concertar con los jefes de gobierno de la CABA, Maurizio Macrì, y de la Coalición Cívica Libertadora, Elisa Carrió. Otra usina organizadora es la Fundación Contemporánea, creada en Mendoza por el profesor Simón Bestani. Entre sus integrantes hubo varios miembros del gobierno de Celso Jaque, que la financió con subsidios. El documento liminar de los Contemporáneos sostiene que sólo Menem, en su primer mandato estuvo cerca de lograr el equilibrio entre los dos grandes “espíritus nacionales”, el “hispánico, latino, católico, aislacionista” y “el liberal, racionalista, librecambista”. Algunos Contemporáneos integran la Asociación Cristiana de Dirigentes de Empresas, que también depende del Episcopado. Junto con la Fundación Adenauer, de la Democracia Cristiana alemana, organizaron un encuentro en Malargüe sobre “La Nueva Generación del Humanismo Cristiano”, en la que participaron Gabriela Michetti y el obispo de San Rafael, Eduardo Taussig, el último discípulo del pensador integrista Carlos Sacheri. En la Capital varios de los miembros de la Fundación Contemporánea también han formado parte del Grupo Sophia, creado por el actual jefe de gabinete de ministros porteño, Horacito Rodríguez Larreta. Un miembro de la Fundación Contemporánea se distanció en desacuerdo con la interpretación de Bestani sobre “una guerra entre dos bandos” durante la última dictadura y con sus críticas a la política de derechos humanos del gobierno. Dentro de los preparativos para el martes, Bergoglio dispuso colocar altoparlantes en las columnas externas de la catedral, dirigidas a la Plaza de Mayo, cosa que no es habitual ni necesaria para la liturgia. Todo cambió el sábado pasado, cuando la denominada Celebración ciudadana por el Bicentenario, que se realizó frente a la Basílica de Luján, resultó un fiasco. Pese a que se dispusieron micros y se enviaron carteles con la convocatoria a todas las parroquias, la asistencia fue escasa. Muchos párrocos omitieron colgar los carteles. Hubo tan pocos asistentes que los medios opositores prefirieron realizar una cobertura discreta, sin esos incómodos detalles. Además desde algunas organizaciones del apostolado laico se reclamaron garantías al Arzobispado porteño de que el Te Deun del 25 no se convertiría en un acto político opositor. Esto indujo a Bergoglio a una mayor cautela. Emitió un comunicado en el que mencionó nuevos correos electrónicos en la misma línea del que hizo conocer este diario y rogó a los asistentes concurrir con un espíritu religioso y no político, de adoración y gratitud a Dios y de petición por la patria. Abrir el paraguas el 25 de mayo es una tradición bicentenaria.

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