Tabernero
Tabernero, que idiotizas
con tus brebajes de fuego,
sigue llenando mi copa
con tu maldito veneno,
hasta verme como loco
revolcándome en el suelo.
Sigue llenando mi copa,
buen amigo tabernero.
Cuando me veas borracho,
canturreando un tango obsceno
entre blasfemias y risas,
armar camorra a los ebrios,
no me arrojes a la calle,
buen amigo tabernero,
ten en cuenta que me embriago
con tu maldito veneno.
Yo quiero matar el alma
que idiotiza mi cerebro,
muchos se embriagan con vino
y otros se embriagan con besos.
Como ya no tengo amores,
y los que tuve murieron,
placer encuentro en el vino
que me brinda el tabernero.
Todos los que son borrachos
no es por el gusto de serlo,
sólo Dios conoce el alma
que palpita en cada ebrio.
¿No ves mi copa vacía?
Echa vino, tabernero,
que tengo el alma contenta,
con tu maldito veneno.
Sigue llenando mi copa,
que yo no tengo remedio.
R. Olivieri
con tus brebajes de fuego,
sigue llenando mi copa
con tu maldito veneno,
hasta verme como loco
revolcándome en el suelo.
Sigue llenando mi copa,
buen amigo tabernero.
Cuando me veas borracho,
canturreando un tango obsceno
entre blasfemias y risas,
armar camorra a los ebrios,
no me arrojes a la calle,
buen amigo tabernero,
ten en cuenta que me embriago
con tu maldito veneno.
Yo quiero matar el alma
que idiotiza mi cerebro,
muchos se embriagan con vino
y otros se embriagan con besos.
Como ya no tengo amores,
y los que tuve murieron,
placer encuentro en el vino
que me brinda el tabernero.
Todos los que son borrachos
no es por el gusto de serlo,
sólo Dios conoce el alma
que palpita en cada ebrio.
¿No ves mi copa vacía?
Echa vino, tabernero,
que tengo el alma contenta,
con tu maldito veneno.
Sigue llenando mi copa,
que yo no tengo remedio.
R. Olivieri
Etiquetas: Poesía
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