sábado, 21 de abril de 2007

El anarquismo como herramienta

Entrevista con dos integrantes de la Organización Libertaria Cimarrón

Gabriel Soto Y Mariana Fray pertenecen a la Organización Libertaria Cimarrón. Este grupo político, que toma al anarquismo como bandera, estuvo en Asuntos Pendientes compartiendo su visión y su postura ante la sociedad uruguaya y el mundo.


Gabriel Soto Y Mariana Fry pertenecen a la Organización Libertaria Cimarrón. Este grupo político, que toma al anarquismo como bandera, estuvo en Asuntos Pendientes compartiendo su visión y su postura ante la sociedad uruguaya y el mundo.

MAURICIA ALMADA:

El diálogo esta tarde es con dos integrantes de la Organización Libertaria Cimarrón, Gabriel Soto y Mariana Fray, a quienes damos la bienvenida.

GABRIEL SOTO:

Buenas tardes, muchas gracias.

MARIANA FRAY:

Muchas gracias.

MA - Eran ellos los que traían el reporte meteorológico de que está pesada la calle, y pesada estuvo la calle cuando vino el presidente de Estados Unidos, W Bush, y ustedes estuvieron en la calle, en la marcha que convocó el PIT CNT. Esa fue una de las acciones de esta organización.

La idea era conversar con ustedes a ver qué es esta organización, cómo nace, qué objetivo tiene, si son un grupo ultra, un grupo gremial, antiimperialista, ¿cuáles son las propuestas?

GS - Nosotros básicamente somos una organización política que tiene un proyecto político para desarrollar el movimiento popular de nuestro país, tomando como referencia la ideología del anarquismo como herramienta.

Es una organización que es relativamente nueva, tiene ocho años, se funda en el 98. Pero es el producto de toda una generación de compañeros vinculados a ámbitos estudiantiles, barriales, que un poco encontrados y un poco despiertos a través de lo que fue el 24 de agosto del 94, que nos tocó participar de bastante jóvenes en la represión del Hospital Filtro con la muerte de dos compañeros. Empezamos a encontrarnos, a vincularnos, sobre todo a través de las actividades que posteriores al Filtro se empezaron a generar: asambleas por los derechos humanos, toda la campaña contra la impunidad del asesinato de Fernando Morroni y Facal.

Empezamos a ver que nuestra generación no tenía espacios políticos donde participar, donde entender, donde empezar a generar nuevas alternativas, cómo canalizar nuestras experiencias prácticas. Unos venían de ámbitos estudiantiles y otros grupos tenían experiencias de trabajo en los barrios, particularmente en Las Piedras y Colón. Otros compañeros sacaron algunos periódicos, algunas ideas. Todo tomando como referencia al anarquismo, al socialismo libertario, como nos gusta más llamarle. Una generación que nos toca despertar de muchas cosas que leíamos en los libros, o de nuestros mayores, o de militantes más viejos, qué pasó, lo sufrimos en carne propia. Nos empezó a marcar que necesariamente no era historia la represión, los ataques, la imposibilidad de poder desarrollar un proyecto que apunta a crear una convivencia solidaria entre los trabajadores. No era una tarea que había que abandonar y necesitamos generar caminos propios.

JUAN MIGUEL PETIT:

No se sentían reflejados en la variada oferta que había en la propia izquierda, ¿por qué?

GS - Porque entendíamos que no nos contemplaba, la izquierda de este país, la izquierda mayoritaria, el Frente Amplio, el conjunto de organizaciones que están o estuvieron dentro del Frente Amplio. Son organizaciones que habían transitado por experiencias, habían sido protagonistas importantes. Una experiencia importantísima de acumulación, de lucha, de creación de propuestas, generación de proyectos dentro del pueblo uruguayo. Que habían tomado como único camino la cuestión electoral, la única vía para generar esas condiciones y en eso no nos sentíamos reflejados.

MA - ¿Votan?

GS - No.

MA - No participan de las elecciones.

GS - No. Para nosotros, si bien es algo que respetamos muchísimo en cuanto a que la gente pueda tener sus expectativas, a que a través de los parámetros que la democracia electoralista pueda generar, no contemplamos eso como una alternativa válida para los trabajadores.

JMP - ¿Y qué opinan de la democracia como sistema?

GS - Yo creo que la democracia es el sistema de organización social más perfecto que pueda haber, ahora, según quién agarre la palabra es cómo la interprete.

Para el sistema liberal la democracia es esto y eso funciona perfectamente porque ha servido, ha sido garantía de que puedan seguir acumulándose riquezas, de que pueda haber mayor concentración de capitales, que pueda seguir la existencia de clases sociales. Y eso para la óptica liberal es una democracia que es buena.

Esto no es el concepto de democracia que nosotros planteamos.

MA - ¿Cuál es el vínculo que ustedes tienen con el viejo tronco anarquista en el Uruguay, por ejemplo, con la Federación Anarquista del Uruguay (FAU)?

GS - Nosotros tenemos un vínculo por demás estrecho. Primero porque es una organización política hermana, compañera, hemos aprendido muchísimo de la historia de FAU, sobre todo en la fundación, de la década de los 60, con la posterior formación del PVP. Tiene compañeros que han aportado muchísimo a aplicar, a entender el socialismo libertario acá en Uruguay: León Duarte, Gerardo Gatti, "el perro" Pérez.

Pero generamos nosotros nuestra propia alternativa en ese momento porque teníamos diferencias en cuanto a lagunas concepciones, no de largo plazo sino específicas de cómo entender el papel de una organización política anarquista trabajando en el seno del movimiento popular, en el seno del pueblo.

Si bien no eran diferencias insalvables, porque sí tenemos coincidencias importantes, pero nos llevaron a generar nuestro propio camino, buscar nuestra propia identidad.

JMP - En ese camino que tú decís que han tomado, ustedes tuvieron que elegir, cuando vino el presidente Bush acá había dos espacios, estaba la marcha convocada por una diversidad de grupos que partía de la Plaza de los Desaparecidos y estaba la marcha organizada por la central sindical, ustedes eligieron esta última. ¿Qué opinan de la otra marcha y de cómo desembocó en los actos de rotura de locales que finalmente desembocaron en un procesamiento?

MF - En principio explicar que nosotros decidimos participar de la movilización que organiza el PIT CNT y a la que convocan otras organizaciones sociales, porque esto está estrechamente vinculado con la forma en que concebimos nuestro proyecto. Nuestro proyecto tiene que ver con la inserción en las organizaciones sociales del pueblo porque creemos que ese es el lugar desde donde se desarrolla la lucha principalmente. Y participamos desde marcha porque participamos desde las organizaciones sociales en que integramos: estudiantiles, barriales, sindicales también, en algunos casos.

Creemos que estaba bien que se realice otra marcha también, es legítimo de cualquier forma manifestarse repudiando la venida de Bush, pero decidimos participar de la otra.

MA - Y ustedes, desde esa concepción libertaria, en el caso de ustedes desde la Organización Cimarrón, ¿cómo están visualizando a este gobierno encabezado por el presidente Tabaré Vázquez? Primer gobierno de izquierda en la historia del Uruguay.

GS - Sin duda que acá en Uruguay hubo un antes y un después de que el Frente Amplio llegara al gobierno y lo que se está jugando no son solamente las posibilidades de que un gobierno fracase o le vaya bien.

Acá se están jugando muchísimos años de trabajo, a nuestro entender los hechos están demostrando que fueron lamentablemente infructuosos por parte de muchos, de miles de uruguayos, trabajadores, vecinos, organizándose, peleando por conseguir llegar a un gobierno. Porque acá hay concepciones que priman dentro de lo que es el movimiento popular, las organizaciones sociales de nuestro país, primó la concepción de que había que alcanzar al gobierno para poder llegar a los cambios.

Ahora, yo creo que el Frente Amplio en el gobierno es la demostración empírica de que la democracia liberal no permite generar un proyecto, dinamizar un proyecto que contemple intereses de trabajadores y capitalistas.

El sistema capitalista y más en esta etapa del capitalismo trasnacional, donde las barreras de cada país están cada vez más limitadas a nivel económico, político, social, no permite generar un proyecto de convivencia solidario entre el pueblo si no se rompen las relaciones con el imperialismo internacional. La famosa globalización que es el imperialismo a gran escala.

JMP - ¿Cómo se hace eso? Uno ve que los gobiernos que se plantearon eso como el vietnamita o chino, desde otro ángulo, de pronto no el anarquista pero se plantearon esas rupturas y terminan hoy en esa globalización que tú decís, que de alguna menara implica un intercambio permanente de información, de bienes, de energía y de comunicaciones de las cuales casi nadie logra zafar, ¿cómo es el esquema alternativo que ustedes plantean?

GS - Para nosotros la tarea de construir esa nueva institucionalidad, esas nuevas pautas de convivencia, es tarea de los directamente involucrados. Estamos en un sistema en el cual delegar es la consigna, desde quienes están administrando el gobierno de turno hasta las decisiones dentro de lo que es el propio movimiento sindical.

Hay una tarea que es principal y que es generar espacios de participación y de pelea que nosotros entendemos que son los únicos que pueden garantizar la defensa de los intereses de los trabajadores. Es imposible que un trabajador que no tiene un sindicato fuerte pueda pelear por mejores condiciones laborales.

Eso lleva a otra escala. Un gremio estudiantil que no genera y que no pelee por sus intereses no va a poder tener una educación que represente sus intereses.

Los pueblos latinoamericanos han demostrado también y están demostrando, de a poco, que cuando se organizan, generan esos espacios de participación, y se fortalece esa identidad ideológica de unidad y de transformación, se puede empujar a los gobiernos a que generen esas nuevas líneas.

MF - Un elemento fundamental, para nosotros, en ese proceso, es la construcción del poder popular, que es un concepto muy importante porque implica la confrontación al sistema y el desarrollo de propuestas alternativas, la creación de una nueva subjetividad que de alguna forma prefigura un nuevo tipo de las relaciones sociales que son las que nosotros queremos construir. Implica la prefiguración de lo nuevo a la vez que se confronta lo que existe.

MA - ¿Y qué visión tienen de la actual conducción del PIT-CNT?

GS - Primero que nada hay que aclarar que la actual dirección del PIT-CNT está ahí porque la pusieron los trabajadores, eso me parece que es de orden antes de plantear la lectura que uno tiene con respecto a la conducción del movimiento sindical.

MA - Los trabajadores afiliados.

GS - Los trabajadores afiliados.

MA - Digo eso porque a veces hablamos de los trabajadores y son muchos más los trabajadores no afiliados.

GS - Sí, no sé si será tan así, pero ha habido sectores importantísimos...

MA - Que se incorporaron al sindicalismo, es verdad, sobre todo en el último año.

GS - A partir del tema de los Consejos de Salarios que es una conquista de todos.

Nosotros estamos hoy por hoy, todos los que estamos trabajando a nivel sindical y que estamos afiliados al sindicato, a veces vemos, lo sentimos en carne propia, una conducción extremadamente burócrata y extremadamente casada con el gobierno. Eso como primer paso ya te marca, te limita cualquier tipo de iniciativa que pueda venir de ahí. Primero porque hoy el movimiento sindical no es un movimiento participativo, en cuanto a la toma de decisiones está centralizado, hegemonizado por tendencias que están casadas con el gobierno actual, que están siendo soporte para que el gobierno pueda seguir caminando tranquilamente. El peso de la aplicación de este proyecto y el tiempo histórico, los únicos que aguanten y tengan paciencia sean los trabajadores organizados. Este es el papel que está cumpliendo esta dirección del movimiento sindical.

Lo ha ocupado de la salida de la dictadura para acá, porque se ha ocupado de generar una modalidad de trabajo sindical que entiende que todas las expectativas, todo esfuerzo, todo va relacionado con alcanzar el gobierno. Sacrificando uno de las cosas más ricas que tenemos los trabajadores que es la independencia de clase para poder generar espacios de participación y cambio. El sindicato es una herramienta fundamental para los trabajadores y si no tiene una perspectiva propia y está afincado a los intereses gubernamentales o de partidos políticos, creo que está sacrificando uno de sus bienes más preciados que es el tema de la independencia política y de clase. Eso nos está pasando hoy como central sindical.

JMP - A vos te parece bien que en un sindicato haya o debería haber participantes de todos los partidos políticos o una participación activa en un sindicato implica una determinada visión de la sociedad enmarcable entre los sectores progresistas. ¿O creen que no, que de pronto puede ser bueno que haya de todos los partidos?

GS - Claro. El sindicato es para los trabajadores, y trabajadores hay de todos los pelos, eso es algo clave, el tema es la conducción y la orientación del sindicato. La orientación del sindicato, si tiene una perspectiva propia emanada de los trabajadores, bien, eso va estar reflejando los intereses de los trabajadores. Ahora, supeditar el planteo sindical en función de intereses políticos partidarios, ahí está el error. No importa, creo que cuando estoy en mi sindicato poco sé de dónde son o qué votaron los compañeros que tengo al lado, creo que no es una pregunta relevante, capaz que la hago tomándome algo con ellos. Poco me interesa.

MF - Por eso es que somos críticos con la dirección actual del PIT- CNT porque creemos que desde el sindicato se debe trabajar para la construcción de un proyecto de defensa de los intereses de los trabajadores y del pueblo en general, más allá de cual sea el proyecto del gobierno. Pero eso vale la pena aclarar que no quita comprender la legitimidad de la herramienta general en sí, creemos que la herramienta sí es legítima.

GS - El PIT-CNT es una herramienta que surge de un proceso de construcción política impresionante que tuvo este pueblo. Central sindical única, un congreso del pueblo, estamos hablando de hechos históricos que han marcado a fuego la identidad del movimiento popular uruguayo. Hay una huelga general que fue histórica y fue mantenida por esta herramienta sindical. Independientemente de las diferentes lecturas que hay sobre la huelga general, lo que quiero decir es que es una herramienta válida.

MA - Claro. En lo que ha sido la tensión entre empresarios y trabajadores, ¿no creen ustedes que este gobierno se ha inclinado a favor de los trabajadores?

GS - Yo creo que si se hubiera inclinado a favor de los trabajadores, esa inclinación la hubiera tenido en el momento de tomar algunas decisiones.

MA - ¿Cómo cuáles?

GS - Como el pago adelantado de la deuda, el tema de apostar al capital trasnacional, al capital financiero internacional para poder generar fuentes de trabajo de las cuales no queda nada para el pueblo uruguayo. Porque pensar en los trabajadores no significa, como se lo toma a veces, como referencia al tema de los Consejos de Salarios o al tema de que ha habido un aumento de salario en papeles de los trabajadores, o que se ha podido firmar convenios, lo que es una realidad.

Pero esa es una conquista que si no va relacionado con todo el conjunto de normas y de toma de decisiones en cuanto al funcionamiento del proyecto país, eso no es tomar partido por los trabajadores o que se han visto más beneficiados. Porque los que están exportando como locos, los números y las exportaciones crecen, no son los trabajadores, los trabajadores no vemos nada de eso.

MF - Lo fundamental es que no ha habido una redistribución del ingreso a favor de los trabajadores. Sí los aumentos salariales vienen fruto del crecimiento económico, pero no de una imposición de determinadas condiciones que limiten la acumulación de los capitalistas, en ese sentido es que decimos que no ha habido una redistribución del ingreso que favorezca a los trabajadores.

JMP - ¿Cuántos integrantes tiene Cimarrón y dónde están? ¿En qué actividades sindicales están? ¿Hay un sector fuerte, puede haber cargos directivos?

GS - Hoy por hoy, al modelo de organización política nuestra lo consideramos justamente que no somos una organización de masa, no es una organización política que aspire a una afiliación, no es el modelo leninista de organización. Nosotros planteamos que el anarquista tiene que ser, dicho por uno de los referentes teóricos más importantes como fue Bakunin, hablaba de los pilotos invisibles, compañeros que lleven adelante un proyecto de forma que no es sacar rédito para la organización ni para la corriente de opinión sino que es incidir en el conjunto de organizaciones que los trabajadores y el pueblo van generando. Nosotros tenemos alrededor de 25, 30 compañeros, entre Montevideo y el interior, y estamos afincados básicamente en lo que es el trabajo estudiantil, militancia estudiantil, a nivel barrial, en Montevideo y en el interior, Maldonado en particular.

MA - Estudiantil, ¿liceos y facultades?

GS - Sí. Hemos trabajado mucho en el tema de comunicación comunitaria entre los barrios, le hemos metido cabeza desde hace mucho tiempo.

MA - Radios comunitarias.

GS - Radios comunitarias, sí. A través de eso impulsando centros sociales.

MA - ¿Ustedes están vinculados a Barricada?

GS - Durante el proceso organizativo después del Filtro nosotros nos juntamos en torno a lo que nos unió desde el 95, que fue el periódico Barricada. En el 95, cuando sale el primer número, fue la excusa para unirnos, para empezar a construir las discusiones, todo el trabajo para poder llegar a fundar la organización tres años más tarde, en el 98.

Barricada con el correr del tiempo fue tomando otro tipo de papeles dentro de la organización, ya se dejó de ver como un espacio propio, era una instancia más abierta en la cual participaban compañeros de la organización.

Hoy por hoy Barricada no tiene ningún tipo de vínculo con el proyecto nuestro. Está saliendo todavía, es un excelente periódico, una excelente herramienta, pero no tiene ningún tipo de vínculo con la organización.

JMP - Ustedes protestaron cuando vino el presidente Bush, ¿también lo harían si viniera un presidente chino? ¿A qué presidente saldrían a rechazar? ¿Qué tipo de gobierno saldrían a rechazar? ¿O a todos los gobiernos?

GS - El tema es el siguiente: para nosotros, si vamos al caso, dentro de nuestra concepción, cualquier gobierno que plantee un proyecto en el que el capital impere sobre el trabajo, es un gobierno que realmente a nosotros nos genera rechazo. Yo creo que también históricamente el gobierno norteamericano está hoy cumpliendo un papel trascendental dentro de lo que es Uruguay y América Latina.

Yo creo que la demostración fue el otro día, que independientemente de las lecturas posibles de las dos marchas, hubo un rechazo masivo a la presencia de Bush. Como imagen, como forma de rechazar un modelo de convivencia que se nos está imponiendo desde hace muchos años, y que han metido la pata en el acelerador en los últimos.

Acá en Uruguay tiene unas manifestaciones determinadas, pero en otros países ha financiado golpes de Estado, ni que hablar si miramos para lo que es Asia.

JMP - Está bien. Lo de Estados Unidos creo que hay un amplio sector que está de acuerdo con eso, pero ¿qué otros gobiernos rechazarían?

GS - Yo en particular creo que todos, para nosotros los cambios no vienen por los gobiernos.

JMP - O sea que si viene Fidel Castro también protestarían.

GS - No, no, Fidel Castro es un referente ineludible para los procesos latinoamericanos.

MA - ¿Entonces no son todos?

GS - No son todos, no.

MA - Todos menos uno.

(Risas)

GS - En el sentido que cualquier presidente que presente un proyecto que impere el capital sobre el trabajo, es un presidente que realmente no vamos a ir a saludar al aeropuerto.

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