El grado cero de la ideología macrista
“los cursos del CEPA los reemplazaron por un curso sobre drogadicción dictado por la Policía Federal y por un curso de periodismo dado por la Fundación Noble"
Por un Bicentenario sin censura
La decisión del ministro de Educación macrista, Esteban Bullrich, de no publicar los materiales elaborados por la Dirección de Currícula de su cartera por el enfoque ideológico sobre el Bicentenario llegó a la Legislatura.
Por Werner Pertot
“Censura previa: Examen y aprobación que anticipadamente hace el censor gubernativo de ciertos escritos antes de darse a la imprenta.” El titular de UTE-Ctera, Eduardo López, terminó de leer la definición de la Real Academia Española y señaló: “Esto es lo que hizo Esteban Bullrich”. Acompañados por los representantes de distintos bloques de la oposición, los gremios docentes y ATE-Capital lanzaron una Multisectorial “por el derecho a saber” que impulsará la publicación de los materiales del Bicentenario, que el ministro de Educación porteño anunció que no publicará. Si bien los dirigentes le exigieron a Bullrich que los imprima, también señalaron que es posible que hagan festivales para reunir el dinero y publicarlos por su cuenta.
La bandera, colgada en medio del salón Montevideo de la Legislatura, decía: “No a la censura de Macri-Bullrich”. Entre los concurrentes había muchos docentes y trabajadores del Ministerio de Educación, además de legisladores de Diálogo por Buenos Aires, Proyecto Sur, Igualdad Social, MST, PS y del kirchnerismo. “Al jefe de Gobierno, a través de su ministro, se le ocurre unilateralmente no publicar los materiales, después de 18 meses de trabajo”, señaló Manuel Gutiérrez, de Ademys.
“Quiero recordar cuáles son los contenidos que se censuran: entre otros, están los levantamientos rurales de 1929, los bombardeos en Plaza de Mayo, los fusilamientos en José León Suárez en 1956, la Noche de los Bastones Largos, las violaciones a los derechos humanos en la dictadura de 1976”, enumeró López. También mostró algunas de las láminas y de las líneas de tiempo que el ministerio no reparte en las escuelas aunque ya están impresas, en las que aparecen los pueblos originarios y el sindicalismo de principios de siglo. “Esto es lo que no quieren que se enseñe”, indicó.
López recordó que “el ministro me amenazó con un juicio por injurias porque dije que censuró” y leyó la definición de “censura” de la Real Academia. También cuestionó a Bullrich por colgar los materiales en su página personal: “¿Qué página web? Mis alumnos de Villa Cartón, ¿cómo los bajan? Sin imprenta no llega: esto es censura previa”. Sobre los argumentos del funcionario –que hacen hincapié en el contenido “ideológico” de los materiales– estimó que “el debate sobre la subjetividad en las ciencias sociales se superó en el siglo XIX”. Y recordó que “los cursos del CEPA los reemplazaron por un curso sobre drogadicción dictado por la Policía Federal y por un curso de periodismo dado por la Fundación Noble. ¿Ahí no hay ideología?”.
El gremialista anunció el lanzamiento de la Multisectorial “por el derecho a saber”, que tendrá su primer encuentro en el Mariano Acosta el martes 20 a las 18. “Vamos a pelear para que estos libros estén en las escuelas. Si hace falta, haremos un festival y juntaremos plata para publicarlos”, planteó. Por su parte, el titular de ATE-Capital, Rodolfo Arrechea, señaló que “el silencio no es salud y es lo que está pretendiendo el ministro”. Arrechea consideró que la censura se inscribe en “una serie de agresiones, persecuciones, despidos y escuchas telefónicas, por las que el jefe de Gobierno tiene que dar explicaciones y no esconderse diciendo que es una persecución política. ¡Persecución política es la que nos hace todos los días!”. El titular de ATE advirtió que estudian presentarse a la Justicia, si no se revierte la medida.
“Desde la Comisión de Educación vamos a trabajar para que el ministro Bullrich cumpla con la publicación. Aquí hay mal desempeño de la función pública”, advirtió el kirchnerista Francisco “Tito” Nenna. “Cuando me enteré de esta censura, me acordé de cuando era maestra en la dictadura y nos prohibían enseñar la teoría de los conjuntos”, comparó Laura García Tuñón, de Proyecto Sur, y cosechó un aplauso cuando dijo que “lo que se está pretendiendo es que aprendan sólo con los libritos de Clarín”.
El legislador del MST Marcelo Parrilli propuso una jornada en la Legislatura para mostrar los materiales, mientras que el socialista Julián D’Angelo planteó que “no podemos permitir que un apologista del pensamiento único como Bullrich nos diga qué es ideología como si fuéramos menores de edad. Hace treinta años hubiera estado de acuerdo con prohibir estos materiales o con quemarlos, como se hizo en nuestro país y en otros”.
“Esto de colgarlo en su página web es un manejo de gerente. Es casi delincuencial”, estimó la ibarrista María Elena Naddeo, y concluyó: “Tienen muy poco conocimiento de nuestro sistema educativo, donde hace años se habla de los derechos humanos, de la educación sexual y se hace una revisión crítica de la historia. Evidentemente, en las escuelas donde estudió el macrismo eso no se discute”. Bullrich no tuvo oportunidad de contestar porque estaba de viaje por Estados Unidos.
La respuesta de los especialistas al ministro Bullrich
Por Adriana Villa, Alina Larramendy, Cristina Gómez Giusto, Mariana Lewkowicz, Roberto Araujo *
El ministro Esteban Bullrich muestra un profundo desconocimiento de las reglas básicas de la administración del Estado y, especialmente, de las responsabilidades de un funcionario. Poner una producción pública en un sitio web personal implica una apropiación inadmisible. Expresa además una fuerte confusión sobre las maneras de gobernar en un Estado moderno, pues al exponer en su web lo que él mismo decidió censurar, se comporta como un monarca cuyas decisiones se sujetan sólo a su humor personalísimo.
Los textos “colgados” en la web personal y en la del ministerio han sido fuertemente alterados en relación con su versión original. La ideología de la “ideología cero” muestra, aquí, una cara brutal, despedazando materiales que fueron construidos con un sentido integral y criterios explícitos.
El ministro tergiversa la naturaleza y propósitos de los materiales censurados. Estos documentos no “les dicen a docentes y chicos qué pensar”, sino que se ofrecen como recurso para la enseñanza, en el marco de los diseños curriculares y contenidos vigentes.
El documento original para nivel medio cuenta con una introducción y apartados explicativos de las corrientes historiográficas en que se inscribe y es además una selección de fuentes e interpretaciones diversas. En tal sentido, es conocimiento científico producido conforme las reglas y prácticas de las ciencias sociales, entre las cuales ocupa un lugar central la explicitación de las corrientes teóricas que lo sustentan; y tal explicitación es algo que se ofrece abiertamente a docentes y alumnos. Los temas tratados en este documento son parte de los contenidos de Historia y Educación Cívica vigentes (resolución MEGC Nº 6942/09) y que el ministro parece desconocer. En el caso de Historia, uno de los ejes que atraviesa los contenidos de primero a quinto año es el de “Distintas perspectivas e interpretaciones en la construcción del conocimiento histórico”. Es decir, este enfoque también está explícito en los contenidos.
Es evidente que el ministro no leyó los documentos. Si lo hubiera hecho, no afirmaría que “fue Página/12 el que reconociera una amplia visión gramsciana del libro del Bicentenario”. Ya en la primera nota al pie de página los autores citan la Antología de Antonio Gramsci. Entonces aquí también el enfoque está explícito y no se presenta como la única interpretación válida.
Además, las calificadas ideas de Gramsci (que sólo este ministro puede ubicar en el ámbito pedagógico) se utilizaron para definir un enfoque, no como una “fuente de datos”. Un documento puede tener muchas fuentes de datos (de hecho, estos documentos del Bicentenario se caracterizan precisamente por la pluralidad y cantidad de fuentes históricas diversas); pero no puede tener muchos enfoques a la vez... eso haría al texto incoherente, pero no “plural”. La incorporación del enfoque de este intelectual se justifica por algunas de sus potentes categorías de análisis como, por ejemplo, la de grupos subalternos.
Por otra parte, tomar un enfoque acerca de un tema NO implica censurar los demás... ¿Qué argumento es ése? Es como si se dijera que alguien, por opinar una cosa, está censurando todas las otras posibles opiniones...
La censura es un acto de supresión, no de expresión. Los autores de los materiales no suprimieron ninguna opinión ni enfoque, simplemente adoptaron una línea para este proyecto, que el ministerio avaló desde el comienzo de la gestión de este gobierno. Esa elección está ampliamente fundamentada y explicitada en los materiales. Basta recorrer la bibliografía citada para reconocer historiadores, politólogos y sociólogos de las más diversas corrientes de pensamiento.
Si el ministro está preocupado por la censura de ciertas “visiones, autores y materiales enriquecedores”, ¿por qué no explicita de qué visiones, autores o materiales está hablando? Siempre se pueden agregar nuevos recursos para el trabajo en el aula... Pero censurar un material con la excusa de que no es “total” es una ilusión tan imposible como ridícula.
Y, por último, expresamos nuestra preocupación porque, a poco más de un mes del Bicentenario, en las escuelas de la ciudad los docentes no disponen de recursos pedagógicos gratuitos para trabajar con sus alumnos.
* Y trabajadores de la Dirección de Currícula del Ministerio de Educación de la CABA.
2 Comentarios:
ja ja ja ja ja ja !!!
no se de que te reis perro
te quieren salvar de la perdicion y la decadencia
mirá el Chaqueño, que a salteñita solterita que se le cruza la embaraza y la manda a trabajar al campo
hoy 30 chicos no reconocidos engendrados por él tienen ua fundacion donde cobijarse
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