lunes, 1 de octubre de 2007

Intimidación policial en la Olla popular de Angel Gallardo y Corrientes

De Prensa de Frente



Episodio que engrosa la ofensiva de control, judicialización y represión contra todo tipo de protesta o iniciativa de organización, la Policía también la emprendió contra las actividades que la Olla popular de Angel Gallardo desarrolla desde hace 5 años. El que sigue es el relato de los hechos generado desde los propios compañeros de la Olla popular.

Los últimos viernes de cada mes en la esquina de Ángel Gallardo y Corrientes varios comen gratis y al aire libre. Desde junio de 2002 el colectivo La Olla, asamblea popular de esa esquina, organiza la cena abierta con el objetivo de apropiarse del espacio público como lugar de encuentro político, para desnaturalizar y poner sobre el tapete cuestiones que desde el poder se silencian o se deforman. Acompañan un sinfín de actividades artísticas, radio abierta y feria de publicaciones independientes y de productos autogestivos.

En la última actividad nos dedicamos a la cuestión de las cárceles con todo lo que eso implica. La situación actual de los presos y presas y sus familiares, el hacinamiento, los presos/as sin condena y todas las vejaciones que sufren a diario quienes están encerrados por el sistema; al mismo tiempo intentamos cuestionar al sistema penal en sí mismo, entendiéndolo como una de las formas mas brutales de las que se vale el Estado para ejercer el control social sobre la población, principalmente sobre los sectores mas marginados.

No sabemos si convocados por el tema, envalentonados por los aires cada vez mas represivos que se respiran en la ciudad y en el país, con la vía libre que les da la flamante ley antiterrorista o por una suma de todos estos factores, pero la cuestión es que una inusitada cantidad de uniformados con sus respectivos patrulleros (llegaron a ser 4), más el subcomisario (un tal Aguilar) y personal de civil de la comisaría 11, se hicieron presentes en nuestra esquina, montando un operativo de dimensiones nunca vistas en la olla.

Al principio se acercó Aguilar y un par de subordinados, con la clásica buena onda, “totalmente de acuerdo en que hagan esto”, pero con la necesidad de saber cuanto iba durar y si íbamos a cortar la calle. Ante la respuesta negativa se volvieron alejar sin desmontar el operativo.

Aproximadamente, dos horas después, cuando ya éramos alrededor de 50 compañer@s volvieron un poquito mas pesados, aunque seguían “totalmente de acuerdo en que protesten, a nosotros nos da lo mismo, pero se está extendiendo demasiado”, y con la novedad de que estaba interviniendo la fiscalía contravencional porque había muchas denuncias de los vecinos, y que la fiscal quería que desocupemos la calle y nos ubiquemos en la vereda. Les respondimos que era imposible por la simple razón de que no entrábamos, que la olla se realizaba desde hace 5 años y nunca habíamos tenido problemas. Nos respondieron que ya lo sabían (obvio) pero que ahora había una denuncia mas formal (¿?). Finalmente pudimos acordar el amucharnos un poco más pero no salir de la calle.

Una vez que terminó la negociación, para nuestro inconmensurable asombro, los mismos uniformados se acercaron con cámaras de fotos y empezaron a fotografiar a cinco metros de distancia a tod@s l@s asistentes de la olla, mientras desde enfrente donde estaban los patrulleros (sobre Av. Corrientes) como para despuntar el vicio cinematográfico, nos filmaban impunemente.
Creemos que quizá fue en respuesta a que un compañero filmó a los de gorra que se acercaron a increparnos, para evitar que se manejen con la impunidad habitual.
El operativo no se desmontó hasta que nos fuimos los últimos compañer@s de la esquina.

Entendemos este proceder como una clara provocación y tememos que forme parte de un intento de evitar que volvamos a montar la actividad en nuestra esquina. En un contexto mas general que forme parte de la imparable escalada represiva en la ciudad y en todo el país que busca barrer con cualquier gesto de rebeldía contra el gobierno y el sistema, como ocurre en el Hotel Bauen o en la grotesca campaña de desprestigio hacia la lucha de l@s compañer@s trabajadores del subte, o en Santa Cruz, donde la represión hacia los que no se bancan el feudalismo Kirchnerista es cosa de todos los días. El mismo gobierno, junto a su par de la ciudad y su actitud Bs As, que pretende transformar el espacio público en un lugar de control y de miedo, atestado de bestias azules y naranjas, de cámaras, rejas, cemento, control y mas control..

El mismo gobierno que no soporta que algun@s nos organicemos e intentemos construir espacios de denuncia, de encuentro, de solidaridad, de autoorganización y de lucha.

Por todo esto llamamos a vecin@s, compañer@s y organizaciones populares a acompañarnos en la próxima olla e impedir que los que luchamos perdamos otro espacio de expresión.

Fraternalmente, La Olla.

Nos juntamos todos los viernes a las 20 hs, en Troilo y Corrientes , a pasitos de A.Gallardo.

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