DENVER, AÑOS TREINTA
En esa época todas tenían sífilis y los buenos hombres duros
estaban hundidos verdaderamente rotos junto a sus
fragmentos de espejo y pulmón afeitándose con manos temblorosas
y los vellos se acumulaban en las letrinas y los camastros
rechinaban no de miedo no de rabia sino de tristeza y
el mutilado tenía vino para eso y las mujeres tenían
sífilis y las madres se habían ido a otros agujeros
no soy ningún héroe en esta época no he robado
ningún coche ni se lo he metido a fondo a ninguna chica
ni siquiera tenemos rabia y los días pasan y yo
observo al coche que se mueve deseando la muerte
que dice buscar el fin pero que sin embargo bordea
el acantilado y no se decide y a este caballo le digo
no te muevas hacia el vacío sigue corriendo
deja que el vacío venga llamando por mi nombre
Neal Cassady Neal Cassady Neal Cassady
y mientras eso no ocurra fíate a las estrellas
apaga las luces y sigue corriendo
a algún sitio hemos de llegar.
estaban hundidos verdaderamente rotos junto a sus
fragmentos de espejo y pulmón afeitándose con manos temblorosas
y los vellos se acumulaban en las letrinas y los camastros
rechinaban no de miedo no de rabia sino de tristeza y
el mutilado tenía vino para eso y las mujeres tenían
sífilis y las madres se habían ido a otros agujeros
no soy ningún héroe en esta época no he robado
ningún coche ni se lo he metido a fondo a ninguna chica
ni siquiera tenemos rabia y los días pasan y yo
observo al coche que se mueve deseando la muerte
que dice buscar el fin pero que sin embargo bordea
el acantilado y no se decide y a este caballo le digo
no te muevas hacia el vacío sigue corriendo
deja que el vacío venga llamando por mi nombre
Neal Cassady Neal Cassady Neal Cassady
y mientras eso no ocurra fíate a las estrellas
apaga las luces y sigue corriendo
a algún sitio hemos de llegar.
Matías Ellicker (Chile, 1982)
Etiquetas: Poesía
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